Vida y muerte....

No soy de las personas que habitualmente piense en el final de la vida... generalmente evito todo tipo de proximidad, todo tipo de reflexión, y absolutamente todo lo relacionado al tema…

Pero… La muerte ha pasado a casa de una de mis mejores amigas, y vino acompañada de uno de los momentos más difíciles de nuestras vidas... la muerte de nuestra madre... Me he enterado el día de ayer y no pude evitar llorar… es imposible… Siento un nudo en la garganta e impotencia al saber que lo máximo que puedo hacer es “estar ahí”... ni siquiera alcanzo a ponerme en el lugar y Dios quiera que falte mucho tiempo para comprenderlo…

Odio pensar en esto, pero necesito escribirlo para dejarlo salir...

Sé que la muerte no es un algo malo, sé que es una parte más de la vida, y sé que no es un adiós, sino un "nos vemos pronto"... Sé que Dios es grande, que vamos a un lugar mejor, donde el dolor no existe y la paz, armonía y felicidad forma parte de la estadía… pero… Dios mío, sólo pido fuerza para ayudar en algo... a aquellos que quedan aquí…

Y entonces viene a mi mente como si alguien me hubiese dicho al oído: “Jamás olvides que el espíritu es inmortal, que los recuerdos y los sentimientos son imperecederos y que siempre hemos de volver a reencontrarnos en otra vida con aquellos que ya no pueden acompañarnos en esta”

Por hoy, sólo quiero ser lo suficientemente fuerte para apoyar a quienes quiero… Y que sepan que pase lo que pase siempre estaré allí, y que siempre podrán contar conmigo…