Lo que no te mata, te hace más fuerte...

Ya toqué mi niñez... hoy, deseo hablar de mi adolescencia...

Una época confusa, de grandes cambios... Cambios externos, conflictos y enmarañadas pruebas de vida; que terminaron afectándome internamente hasta convertirme en la persona que soy hoy en día...

Tiempo de siembra que intenté enfrentar con buen ánimo y perseverancia, tiempo que podría resumirse con la frase: “Tengo los ojos puestos en el futuro, porque es allí donde pasaré el resto de mi vida”...

Lo cierto es que no fue fácil, la frustración fue tema de todos los días... el miedo, los reveses y decepciones habituales... Querer lograr tanto algo, tener tantas metas, y el saber que por ahora no tenías nada para alcanzarlas, o no todavía… la educación, las bases, los cimientos, en eso era en lo único que había que centrarse, y en trabajar duro, para solventar los gastos requeridos... Pero es difícil, especialmente cuando deseas algo con tantas fuerzas como yo deseaba “My Dream”... Sólo el pensar en el futuro, bajo la promesa de que todo sería mejor después, me formaba el carácter para continuar y levantarme, una y otra vez.

Acometida de inseguridades, invadida de miedos e insatisfacciones en el día a día, pidiéndole fuerzas a Dios a veces incluso con lágrimas de impotencia y nuevamente tratando de aparentar que estás muy bien y convenciéndote, de que sea lo que sea que aparezca en tu camino, serás lo suficientemente fuerte para enfrentarlo.

Es complejo de analizar desde fuera, era mucho lo que guardaba dentro, muchas las emociones temores que trataba de ocultar a mis seres queridos, especialmente cuando la frustración me embargaba.... Y es que fueron cinco años de vivir en el limbo, en la incertidumbre, de no ser una cosa ni otra... días, meses y años que se me hacían eternos, con un gran desgaste anímico, mental y físico... ganas de sólo dormir y no hacer nada, pero sabiendo que has de continuar de todos modos...

“Carpe Diem”, definitivamente no era mi lema jaja. Mis pensamientos apuntaban más a pensar en aquella persona que deseaba ser, en aquello que quería hacer y en lo que quería obtener, y dejando de poner en práctica lo que siempre tuve muy presente de niña: Disfrutar el día a día, reír por todo y saber que mi baúl de los recuerdos todavía tenía y TIENE mucho espacio disponible.

Creo que los conflictos internos me superaron... Y es que no es fácil tratar de cumplir en todo lo que te propones con una sonrisa, siendo responsable al nivel de intentar llegar a la perfección en cada uno de los roles que desempeñas en la vida: Estudiante, hija, hermana, polola... No, no lo es.

Y aunque lo intentas con todas tus fuerzas, día tras día, inevitablemente llega el momento del colapso, te sientes perdida, el vacío te envuelve, y aquel sentimiento de que el universo es tan pero tan grande, que tu sólo eres un vil insecto, tarde o temprano te afecta, y sólo rompes a llorar, de la nada y ante cualquier mínimo detalle... pero luego, de algún modo u otro te calmas, pues has de seguir en la rutina de luchar por lo que quieres alcanzar, y entonces nuevamente pides fuerzas pensando en el futuro que ha de llegar y te vuelves a levantar...

Raro ¿no?... Es increíble como el tiempo va poniendo todo en su lugar... Porque, pase lo que pase, de algún modo terminamos consiguiendo fuerzas, y como dice el titulo, te haces más fuerte... No es que las energías se acaben, se renuevan de maneras indescriptibles y vuelves a comenzar, día tras día, hasta que llega el momento de cosechar... y entonces, miras hacia atrás y sabes que aunque fue duro, te hizo ser la persona que eres hoy, que todo en la vida te pasa por algún motivo que en su momento no pudiste vislumbrar, pero que tarde o temprano el sol saldrá...

Hoy, vuelvo a sentir el equilibrio dentro de mí... Tal vez “My Dream” sigue estando a varios años lejos de hoy... Pero he recordado que lo más importante siempre está en el día a día, en reír a carcajadas, en generar recuerdos maravillosos, en hacer el bien y en siempre seguir soñando...